Los estudiantes con buenos hábitos de estudio son aquellos capaces de adquirir una serie de técnicas, habilidades y conductas para convertirlas en su rutina a la hora de estudiar, con el fin de mejorar su capacidad de aprendizaje.
Unos buenos hábitos de estudio mejoran el rendimiento académico. Además, ayudan a que el hecho de estudiar no tenga por qué significar hacer un esfuerzo insano para aprobar las asignaturas.
A continuación, te nombraré una serie de claves que te ayudarán a adquirir unos buenos hábitos de estudio.
Tabla de contenidos
Tener un objetivo
- Lo primero que hay que tener claro es ¿por qué estudias? Si existe una meta habrá motivación. Sin embargo, si estudias sin tener claro por qué lo haces no te sentirás motivado para seguir adelante, por qué no verás un fin concreto a todo lo que estás haciendo.
- El objetivo lo marcas tú. Piensa en por qué estudias. Cada uno tendrá su motivo, como conseguir un mejor trabajo, ganar conocimientos por puro placer, obtener ese título con el que siempre has soñado, lograr plaza en esas oposiciones, entrar a la carrera que te gusta, etc.
Planificar tu estudio
- Nuestro cerebro necesita información específica y detallada de lo que haremos para conseguir nuestro objetivo. Si tenemos ideas generales nos costará más empezar y acabar lo que sea que hagamos.
- Por ello, es importante una buena planificación de estudio. No sirve con ponerte a estudiar sin más, sino que necesitas una guía o plan para encaminar tus pasos.
- Lo ideal es ir poco a poco, así que lo mejor es márcate metas. Tu objetivo es a largo plazo, pero debes pensar a corto plazo para poder alcanzarlo. Planifica metas día a día, semana a semana o mes a mes. A medida que superes cada una de ellas tú motivación aumentará.
Ser constante
- Cuando algo se realiza repetidas veces durante un tiempo lo acabamos incorporando a nuestra rutina. Por lo tanto, es importante que seas constante en el estudio.
- Es mejor que cada día estudies un poco e implementes los hábitos de estudio siempre que puedas. Evita estudiar de golpe muchas horas un solo día o en el último momento.
- Para este punto la voluntad es primordial. Por lo tanto, hay que hacer todo lo necesario para que tu motivación siga en pie.
Organizar tareas
- Los estudiantes suelen tener multitud de cosas que hacer, como exámenes, trabajos, repasar lo que has dado en casa, ejercicios, etc. Por este motivo, una buena gestión del tiempo es fundamental.
- Para ello, lo imprescindible es disponer de una agenda e ir apuntando las tareas a realizar. Igualmente, es recomendable hacer las cosas una a una y evitar la multitarea, ya que solo conseguirá estresarte. Empezar por las tareas más sencillas, puesto que si empiezas por las complejas agotarás tu energía y no tendrás ganas de seguir. Además, sentir que has realizado muchas tareas, aunque sean pequeñas, aumentará tu motivación. Por último, priorizar tareas, realizando las tareas de más a menos urgentes.
Recompensar tus logros
- La sensación de conseguir una recompensa tras un logro aumenta tu motivación. Un buen hábito de estudio consistirá en recompensarte cada vez que consigas finalizar una meta. La recompensa puede ser tu comida favorita, hacer un deporte, ver una película, salir con los amigos, etc. Cualquier cosa que te haga sentir bien después de lograr tu objetivo.
- Con la recompensa lograrás mantener tu motivación a lo largo de los días y llegar al objetivo fijado.
Tener un lugar específico y tranquilo para estudiar
- Usar siempre el mismo lugar para estudiar te ayudará a concentrarte. El lugar que elijas será solo para estudiar, es decir, no comerás, no verás la televisión, etc. De esta manera, tendrás tu propio rincón y podrás salir de él en los descansos.
- Además, algunos estudios han indicado que el ruido ambiental puede perjudicar a la concentración y, por lo tanto, a la retención de información por parte de nuestro cerebro. Por este motivo, es primordial que el lugar que elijas sea tranquilo.
- Intenta que siempre sea el mismo lugar, ya que así sentirás el lugar como parte de tu rutina y no tendrás que adaptarte a él cada vez. No importa que sea la biblioteca o tu habitación, mientras sea tranquilo.
Evitar las distracciones
- Cuando te pongas a estudiar, estudia. Es mejor estudiar una hora a tope que estudiar tres horas con interrupciones y sin estar plenamente concentrado.
- Si vives con más gente, infórmales de que estas estudiando y que no te interrumpan. Cuando acabes ya tendrás tiempo de estar con ellos. Además, lo mejor es apagar el móvil para evitar estar atento de las redes sociales o notificaciones. Por último, deja las recompensas para el momento de las recompensas.
Descansar es necesario
- Varios estudios han afirmado que dormir ayuda a consolidar en tu memoria lo estudiado. Dormir nos facilita un descanso físico y mental, pero también nos ayuda a asimilar lo que hemos aprendido durante el día, debido a que por la noche el cerebro se ocupa de procesar esta información. De esta manera, este nuevo conocimiento se establecerá en la memoria a largo plazo.
- Es importante evitar estudiar de noche, tomar demasiada cafeína y abusar de las pantallas antes de dormir.
- Además, hacer descansos pequeños cada cierto tiempo durante el estudio favorece el aprendizaje. Podrías hacer 10 minutos de descanso cada hora de estudio, aproximadamente.
Hacer ejercicio y comer sano
- Es un hecho demostrado que tener una dieta equilibrada y hacer ejercicio mejora nuestra calidad de vida y bienestar. Además de influir positivamente en nuestro cuerpo, también tienen un efecto considerable sobre nuestro cerebro.
- En consecuencia, los estudiantes que practican más deporte presentan mejor rendimiento académico que aquellos que hacen menos. De igual modo, aquellos estudiantes que siguen una dieta equilibrada sacan mejores notas.
Tener buenos apuntes
- Para acabar, es importante que tengas unos buenos apuntes, bien organizados y estructurados, puesto que te ayudarán a estudiar más tranquilo. Si tus apuntes no son buenos no serás capaz de entender lo que estás estudiando y te acabarás agobiando.
- Es posible aprender a tomar buenos apuntes si sigues una serie de consejos, como identificar las ideas relevantes, escribir de manera sencilla o utilizar esquemas, entre otros.
Conclusiones
Recuerda que para lograr un objetivo es importante incorporar a nuestra rutina una serie de hábitos que nos ayudaran a lograrlo. Los hábitos son acciones y comportamientos que se van integrando en nuestra vida. Sin embargo, para integrarlos se requiere de tiempo y no perder de vista nuestro objetivo. Una vez incorporados a nuestra vida el esfuerzo necesario para realizar estos hábitos será menor.
Estoy segura que si consigues implementar estos hábitos de estudio lograrás conseguir los objetivos marcados en tus estudios.
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